Los amantes del Círculo Polar.
Los amantes del círculo Polar. Me enamoré de Otto la primera vez que la ví; las siguientes, me enamoré del amor. Y eso aún me dura. La veo una y otra vez cuando necesito recuperar la esperanza, cuando necesito creer en el círculo de la vida, del amor, en la predestinación de las almas.
Le mio, me mira, se produce un instante de silencio atemporal, mágico, y surge la pregunta: ¿existe el amor verdadero? Algo me dice que sí, pero mi cerebro lo acalla, le dice que no mienta, que vamos de flor en flor porque el tiempo con uno o con otro se acabó. Quiero creer, quiero pensar que hay alguie por ahí esperandome, como yo le espero a él.
Vuelvo a darle al play, suenan sus voces, Otto y Ana hablan para mí, aunque piensen que es para ellos, vuelvo a ver Los amantes del Círculo Polar.
Le mio, me mira, se produce un instante de silencio atemporal, mágico, y surge la pregunta: ¿existe el amor verdadero? Algo me dice que sí, pero mi cerebro lo acalla, le dice que no mienta, que vamos de flor en flor porque el tiempo con uno o con otro se acabó. Quiero creer, quiero pensar que hay alguie por ahí esperandome, como yo le espero a él.
Vuelvo a darle al play, suenan sus voces, Otto y Ana hablan para mí, aunque piensen que es para ellos, vuelvo a ver Los amantes del Círculo Polar.