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Hija de la Luna

Escapar de la luz.

No me gusta la luz. Me hace daño, me ciega, hace que me sienta aún más chiquita. Veo muy bien a oscuras, de niña mis amigos me llamaban la hija de los gatos. Siempre ganaba en el escondite, sólo jugábamos en las noches con Luna. Yo pensaba que ella me ayudaba... Ahora, estoy obligada a salir a la calle con el Sol riéndose de mí cada mañana, y a volver al mediodía con sus burlas taladrándome la cabeza. Esta facultad no oferta esa titulación en horario de tarde, eso me dijeron cuando intenté cambiarme de turno. Sólo quería escapar de la luz...

6 comentarios

Hija de la Luna -

Y no sería más práctica una lamparita? Vale que hay cortocircuitos y lo que quieras, pero lo de la vela me parece temerario... Yo tampoco doy la luz, mis vecinos pecan de cotillas, y no voy a darles facilidades...

seare -

No odio la luz, simplemente me molesta. En la oscuridad me muevo más tranquilo. En casa es raro que encienda la luz para ir por algo. De hecho, la única luz que utilizo aparte de la del monitor cuando estoy en el ordenador, suele ser una vela algo apartada. Cualquier día de estos quemo el piso.

Hija de la Luna -

Por suerte o por desgracia, mis ojos no toleran la luz, pero al menos no tengo alergias. Aquí siempre hay luz, y más en este tiempo, y no hay manera de evitarla. Ojalá pudiera afrontarla con tanta valentía como otros, pero el azul de mis pupilas apenas si ve en los días nublados, menos aún en los soleados.
El hombre del tiempo me prometió nubes para el fin de semana, espero que cumpla las promesas...

Dark -

La luz... fiel enemiga. ¡Y ahora se prolongan las horas con ella! dejando sus pertinentes consecuencias alérgicas... ú_ù

FuZ Neviros -

Salgo a la calle a disfrutar de la luz del sol dandome en la cara, pocas veces hace un dia soleado, me mezclo con la gente, todo dios se empeña en llevar gafas de sol pero yo prefieros enfocarlos con el reflejo verde de mis pupilas sobre ellos para que sepan que les estoy mirando, los espio, y el sol les hace cobardes, a mi me gusta, me gusta sentirlo en mi piel y en mis ojos para luego de noche conocer las oscuras esquinas de los callejones y poder recorrerlos corriendo trankilo sabiendo a que me enfrento.
Opiniones contrapuestas, cumplimentaciónes del alma.

bea -

A mi la gente me sigue mirando raro cuando entro en clase con los ojos rojos y escondidos. Y ni las gafas de sol me ayudan. Tampoco puedo evitar buscar la sombra cada vez que puedo, menos mal que en León no hace demasiado sol, y que me ocupe de que a mi casa no le diera demasiado el Sol