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Hija de la Luna

Las cinco del viernes.

Este viernes es sant Jordi, bueno, aquí, es san Cervantes ;) El caso es que las 5 son literarias, y no consisten en preguntas, sino en adivinar de que obras son los siguientes fragmentos. Hace unos años tuve un profesor un poco mal intencionado que en un examen nos puso un trozo de una novela que no conocía nadie pero que pudiera pasar por el Buscón. Espero que estas no sean también trampas, porque en aquella picamos todos... por cierto, la 3) y la 4) las contestó mi hermana, porque a mi no me sonaban...

1) Macondo era entonces un aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban
por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos.

Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez, el lío generacional más grande que me he leido nunca, aunque engancha...

2) Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico,
rozándolas apenas, las forecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente "¿...?", y viene a mi con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no
sé qué cascabeleo ideal...

Platero y yo, de Juan Ramón jiménez. Es poesía en prosa, así que tardé un montón en leermelo, porque utiliza un montón de sinónimos extraños para los colores, y las metáforas están en cada renglón.

3)Podéis imaginar entonces mi sorpresa cuando, al despuntar el día, me despertó una extraña vocecita que decía:
- Por favor... dibújame un cordero.
- ¿Qué?
- Dibújame un cordero.
Me levanté de un salto como su hubiera sido alcanzado por un rayo. Me restregué los ojos. Miré detenidamente.
Y vi un niño, realmente extraordinario, que me observaba gravemente.

Es de El principito, de... vale, no nos acordamos! Éste me lo leí, pero hace tanto que no lo recordaba. Luego lo buscaré por los estantes y lo releeré, me he sentido culpable...

4) ¿Qué veo? ¿Una copa apretada en la mano de mi fiel amo?
¡El veneno, por lo visto, ha sido la causa de su prematuro fin!...¡Oh ingrato! ¿Todo lo apuraste, sin dejar una gota amiga que me ayude a seguirte! ¡Besaré tus labios!... ¡Quizá quede en ellos un resto de ponzoña para hacerme morir con un beso reconfortante. (besándole) ¡Tus labios están calientes todavía!

Sacado de la obra de teatro Romeo y Julieta, de William Shakespeare. Sí, lo sé, ya me vale no habérmela leído aún...

5) Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de comprensión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza.
Vale, del Quijote, no pienso nombrar al autor, porque se empieza a convertir un habitual en el blog. Para el que piense que es un libro para leer cuando se ha madurado, diré que me lo leí siendo una enana y me lo pasé genial, diccionario en mano, eso sí, pero no recomiendo que se oblige a ningún niño a leerlo, puede acabar aún más loco que el famoso hidalgo... sino que se lo digan a mi madre...

bueno, pues ya está. Ahora quisiera saber cuáles acerté de Las cinco del viernes...

2 comentarios

Hija de la Luna -

Gracias, nen, ya me has quitado las dudas.
Bikos

Iván -

Quitando la tercera todo ok. Buena cultura literaria :D