Gracias.
Hoy ha sido el primer día de mis nuevos días. Siento algo que me recorre las venas; se parece al vino, pero no es alcohol, sino una especie de satisfacción maravillosamente embriagadora. He perdido el miedo al miedo, el miedo a perder. Mis ojos, ciegos por no querer ver, miran otra vez al mundo de frente, y le sonríen. Creo que hoy soy feliz.
Nunca fuí ilusa, sé que el éxtasis se irá, que las tormentas volverán, que la lluvia intentará de nuevo desbordar ríos de lágrimas en mi interior. Pero yo he cambiado, o al menos he dado unos pasitos hacia el cambio. Aceptar que soy lo que soy, comprender que no puedo cambiar la intolerancia de los demás, pero sí ironizar sobre ella, romper los lazos políticamente correctos que encadenaban mi mente a un mundo gris, ese ha sido sólo el inicio del camino.
Ayer el surrealismo se unió a la realidad diaria y jugó con ella a las damas. Aposté por el primero, era mi esperanza. Ganó una partida extraña con una jugada extraña, no podía ser de otra manera. La pátina de inocencia que me ponía cada mañana me la dejé en el lavabo, y llegué con las armas al alcance de las manos, dispuesta a matar. Ni un gesto de compromiso, ni una sonrisa torcida, ni una palabra qu mintiera a mis pasiones, nada he hecho o dicho que me doliera desde entonces. Mi alrededor no estaba preparado, no había siquiera vislumbrado el cambio, pero pronto lo vió, de bien cerca.
He mantenido una conversación cercana con alguien lejano, que me ha ayudado a ver de nuevo el color azul del cielo. He roto en pedacitos bien pequeños el ego de algún guaperas que se creía albacea del ingenio global, he hecho más pedacitos, éstos sin querer, del ánimo de alguien; esos trozos han sido como cristales clavados en los talones de Aquiles de mi corazón, pero todo tiene remedio, esto también y no ha habido mucha sangre.
La tranquilidad ha llegado a mi vida; se unió a mi pasear en el camino en la última bifucación, hace apenas unas horas; la fortuna llevaba a mi lado desde el domingo, pero desconfío de ella, no mira a los ojos, sino a las manos, como buscando mi suerte para robármela en un descuido. Y no sé si esconderla o extender el brazo y rogar que se la lleve. Ya no la necesito más, no hasta dentro de un tiempo. He aprendido a oirme a mí misma, a no morderme la lengua, y, sobre todo, a abandonarme al flujo del tiempo y olvidarme de la autodestrucción.
La jaula de grillos parece un poco abrumada por el cambio, aunque intenta disimular su incomprensión, que yo haya sacado las garras de la sinceridad no implica que ellos lo hayan hecho. Intentan poner un rictus de tolerancia, aunque se nota cual es fingido. Da igual, ya sabía en quién apoyarme, sólo quería esa confirmación, a modo de prueba tangible.
Sé que ellos no han cambiado, pero mi sangre también es la suya, y algo tiene que influir. Y si no, tampoco me importa ya. No van a triunfar, el surrealismo ya ha ganado a la realidad una vez como mi campeón, confío en que pueda repetir la hazaña. Además, dentro de poco me iré, cruzaré los límites de Iplacea y llegaré tan lejos como me permitan las alas de mis pies. Quizá me quede en es ciudad cercana que siempre es mi fín de parada, en mi Finisterra particular, o quizá deje que mis alas me lleven más allá. Soy un animal nocturno, urbano, necesito una gran ciudad, pero también montañas que escalar, a modo de reto. Aún no sé donde iré, pero será lejos.
La paz me inunda, ha llenado lugares donde antes sólo había desconcierto. Me he hecho más fuerte, un poquito tan sólo, sólo el ápice que me faltaba para dar el salto final. En parte, ha sido gracias a vuestros ánimos, a vuestras muestras de interés, a las palmaditas en la espalda en forma de comentario. Me habéis arrancado sonrisas a la fuerza en momentos de esos en los que creía que iba a caerme, que mi salto no era más que un suicidio. Pero no lo era, y perdí el miedo, y salté. Y ahora la felicidad está al lado del camino observándome en estos dulces minutos, aunque quizá no esté mucho allí, pero ha merecido la pena. Antes de continuar con la caminata, quiero dejar esto, para que sea el más sentido de los títulos de este blog: GRACIAS!
Nunca fuí ilusa, sé que el éxtasis se irá, que las tormentas volverán, que la lluvia intentará de nuevo desbordar ríos de lágrimas en mi interior. Pero yo he cambiado, o al menos he dado unos pasitos hacia el cambio. Aceptar que soy lo que soy, comprender que no puedo cambiar la intolerancia de los demás, pero sí ironizar sobre ella, romper los lazos políticamente correctos que encadenaban mi mente a un mundo gris, ese ha sido sólo el inicio del camino.
Ayer el surrealismo se unió a la realidad diaria y jugó con ella a las damas. Aposté por el primero, era mi esperanza. Ganó una partida extraña con una jugada extraña, no podía ser de otra manera. La pátina de inocencia que me ponía cada mañana me la dejé en el lavabo, y llegué con las armas al alcance de las manos, dispuesta a matar. Ni un gesto de compromiso, ni una sonrisa torcida, ni una palabra qu mintiera a mis pasiones, nada he hecho o dicho que me doliera desde entonces. Mi alrededor no estaba preparado, no había siquiera vislumbrado el cambio, pero pronto lo vió, de bien cerca.
He mantenido una conversación cercana con alguien lejano, que me ha ayudado a ver de nuevo el color azul del cielo. He roto en pedacitos bien pequeños el ego de algún guaperas que se creía albacea del ingenio global, he hecho más pedacitos, éstos sin querer, del ánimo de alguien; esos trozos han sido como cristales clavados en los talones de Aquiles de mi corazón, pero todo tiene remedio, esto también y no ha habido mucha sangre.
La tranquilidad ha llegado a mi vida; se unió a mi pasear en el camino en la última bifucación, hace apenas unas horas; la fortuna llevaba a mi lado desde el domingo, pero desconfío de ella, no mira a los ojos, sino a las manos, como buscando mi suerte para robármela en un descuido. Y no sé si esconderla o extender el brazo y rogar que se la lleve. Ya no la necesito más, no hasta dentro de un tiempo. He aprendido a oirme a mí misma, a no morderme la lengua, y, sobre todo, a abandonarme al flujo del tiempo y olvidarme de la autodestrucción.
La jaula de grillos parece un poco abrumada por el cambio, aunque intenta disimular su incomprensión, que yo haya sacado las garras de la sinceridad no implica que ellos lo hayan hecho. Intentan poner un rictus de tolerancia, aunque se nota cual es fingido. Da igual, ya sabía en quién apoyarme, sólo quería esa confirmación, a modo de prueba tangible.
Sé que ellos no han cambiado, pero mi sangre también es la suya, y algo tiene que influir. Y si no, tampoco me importa ya. No van a triunfar, el surrealismo ya ha ganado a la realidad una vez como mi campeón, confío en que pueda repetir la hazaña. Además, dentro de poco me iré, cruzaré los límites de Iplacea y llegaré tan lejos como me permitan las alas de mis pies. Quizá me quede en es ciudad cercana que siempre es mi fín de parada, en mi Finisterra particular, o quizá deje que mis alas me lleven más allá. Soy un animal nocturno, urbano, necesito una gran ciudad, pero también montañas que escalar, a modo de reto. Aún no sé donde iré, pero será lejos.
La paz me inunda, ha llenado lugares donde antes sólo había desconcierto. Me he hecho más fuerte, un poquito tan sólo, sólo el ápice que me faltaba para dar el salto final. En parte, ha sido gracias a vuestros ánimos, a vuestras muestras de interés, a las palmaditas en la espalda en forma de comentario. Me habéis arrancado sonrisas a la fuerza en momentos de esos en los que creía que iba a caerme, que mi salto no era más que un suicidio. Pero no lo era, y perdí el miedo, y salté. Y ahora la felicidad está al lado del camino observándome en estos dulces minutos, aunque quizá no esté mucho allí, pero ha merecido la pena. Antes de continuar con la caminata, quiero dejar esto, para que sea el más sentido de los títulos de este blog: GRACIAS!
12 comentarios
Hija de la Luna -
Turandot, lo conservaré todo el tiempo que pueda... Aunque esta vez creo que va a durar bastante, lo presiento.
Miramar, ojalá el egoísmo fuera así de bonito... ains...
Corazón, para eso estamos aquí tod@o, para compartir, eso es lo que nos llena de los blogs.
Un besote, y gracias otra vez!
Corazón... -
Mui bien y bueno felicidades por ese gusto q tienes hoi, por esas nuevas ilusiones y por ese todo!
Vaya que aveces si perdemos todo, pero siempre hay quien nos levanta y nos ayuda a ver el mundo desde otro punto. Gracias por compartir tus ideas.
Un saludo.
;o)
Miramar -
Y nada de gracias. Que si venimos aquí, a tu casa, es porque nos encanta cómo escribes (o sea, que venimos por egoísmo... y por ese cheque al portador que prometes en el anuncio):)
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Turandot -
Me encanta ese tono triunfador, altivo, que guía tus pasos ahora, no lo pierdas.
Besotesss
[ELORA] -
¡Besitos para la otra emperatriz! ;)
Hija de la Luna -
lua, ya soy esperta en huidas necesarias...
lorenzo, siempre logras que sonrísa!:) seguro q me encanta esa novela.
Moonsa, sentí tu abrazo alrededor de mi cuerpo, animándome.
Brisa, ha sido intenso, pero tan agradable...
Martita, muchas gracias, niña!
Fugitivo, un pedacito ede mi éxito os corresponde a todos, lo sé...
Un besote!
El fugitivo -
Ese cambio solo se debe a ti misma :-)
Moonsa -
lorenzo -
¡¡Anda que no me haces hacer el tonto!!
uaaaaaaaa...daba, daba, duuuuuuuuuuu.
boing, boing,
clac, clac, clac,
:)
.
lua -
A veces un saltito pequeño es cruzar el río :)
Dark kisses
Brisa -
Marta -